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Colombia: Bienvenido el debate lácteo

Colombia: Bienvenido el debate lácteo

Por JOSÉ FÉLIX LAFAURIE, 16-3-15

Muchos niños en las ciudades no relacionan la leche con el animal que la produce, ni sus padres, cuando toman una caja en el supermercado, hacen la relación con el proceso de agregación de valor a partir del esfuerzo ganadero.

Gran parte de la producción de leche se origina en predios con menos de 10 animales, donde miles de pequeños ganaderos en condición de pobreza madrugan al ordeño y esperan la quincena lechera como su ingreso más seguro. Por eso los temas de precio y seguridad de compra son de subsistencia, no solo para ellos, sino para los medianos y grandes productores, a quienes tampoco les cuadran las cuentas.

Producir leche no es fácil, sobre todo en el altiplano y con razas especializadas. El ordeño es diario, los animales son delicados, deben disponer de pasturas y son suplementados con concentrados y otros productos. Pero el abono y las semillas cuestan, el ordeño cuesta, los concentrados, la sal, el silo, el heno y la melaza cuestan, también las medicinas y, por supuesto, el ganadero tiene derecho a su utilidad.

Todos estos costos se suplen con un precio que, para 2014, fue inferior a $900/litro en el mercado formal, y lo grave es que, siendo insuficiente, es superior al pagado en países con mayor productividad con los que se han suscrito TLC que hoy permitirían importar 52.000 toneladas sin arancel, además de las que puedan entrar fraudulentamente con el mismo beneficio, como ya sucedió, si no se establecen controles adecuados.

Una tonelada de leche producida en Colombia cuesta $9.900.000, mientras el precio internalizado –con fletes e impuestos– de la importada es de $8.200.000; una gran diferencia a pesar del impacto favorable de la devaluación. Para que a la industria le fuera indiferente abastecerse en el país o en el exterior, la tonelada importada debería llegar a USD3.556 –hoy está en USD2.960– o el dólar a $2.940, o una combinación de los dos. Mientras ello no suceda, la tendencia es a usar los cupos de importaciones sin arancel, con la consecuente ‘enlechada’ y caída del precio al productor.

Estamos frente a una amenaza para cerca de 300.000 familias que dependen de la leche. De ahí la importancia del debate propuesto por Asoleche para formalizar las relaciones entre la industria y el ganadero como proveedor de su insumo básico. Hoy, como nunca, encontramos coincidencias con los planteamientos del gremio ganadero: contratos de proveeduría, diversificación del mercado hacia estratos bajos, ampliación de programas asistenciales del Gobierno, incremento del procesamiento formal, que hoy no sobrepasa el 50% de los 6.700 millones de litros producidos por la ganadería.

Así pues, bienvenido el debate. El gremio ganadero le ha pedido al ministro Iragorri que lo ordene y dirija, con la convicción de que conoce el problema integralmente y tiene la voluntad para avanzar hacia una solución.

Nota bene. Jordania otorgó admisibilidad a la carne colombiana. Comparto con el Ica, Invima y Procolombia, el éxito de la reciente gira comercial que realizamos. Ahora vamos por Egipto.


 source: El Heraldo