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La UE acuerda negociar con la CAN un pacto comercial distinto a los tradicionales TLCs

(Bolpress).- La presidenta de la Comisión de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), viceministra de Relaciones Económicas y Comercio de Bolivia María Luisa Ramos, y la comisaria europea de Relaciones Exteriores Benita Ferrero-Waldner acordaron realizar "consultas necesarias" en sus respectivos bloques para lanzar negociaciones de un Acuerdo de Asociación en enero de 2007 y concretarlo hasta mayo de 2008. Lo novedoso es que la Unión Europea (UE) aceptó negociar un pacto comercial distinto a los tradicionales tratados de libre comercio que anteponen los derechos privados al bien colectivo.

La UE exigía a la CAN consolidar un bloque integrado y sin fisuras antes de iniciar negociaciones de un Acuerdo de Asociación. Los representantes de ambos bloques no pudieron llegar a un acuerdo durante la Cumbre de Viena en mayo de este año porque Venezuela abandonó el pacto andino y Bolivia advirtió que no firmaría un tratado de libre comercio neoliberal.

La Comisión Europea y los representantes de la CAN se volvieron a reunir del 10 hasta el 13 de julio en la sede del Ejecutivo comunitario en Bruselas para evaluar conjuntamente el grado de integración económico- regional alcanzado por la CAN. "Desde la cumbre de Viena hubo un proceso de cambio en la CAN y los países miembros hemos asumido que somos diferentes pero integrados, que tenemos visiones y modelos distintos y que debemos respetarnos mutuamente", explicó el embajador plenipotenciario de Bolivia para la integración y el comercio, Pablo Solón. "Me impresionan mucho los esfuerzos que desde la Cumbre de Viena ha realizado la Comunidad Andina para preservar la integración de la región", dijo Ferrero-Waldner y expresó su "profunda satisfacción" a Solón, a Ramos y a los representantes de los demás países por haber superado las diferencias que impidieron lanzar las negociaciones en la cumbre de mayo.

Los representantes bolivianos valoraron el "gran salto" dado en Bruselas que permitirá comenzar en enero las negociaciones de un acuerdo que incluye un componente de cooperación, otro de diálogo y un tercero de comercio, distinto a los tratados de libre comercio porque privilegia la cooperación, no la competencia, y reconoce el derecho del Estado a intervenir en el mercado.

Solón declaró a la agencia española EFE que en los cuatro días de conversaciones técnicas y políticas en Bruselas la UE mostró "comprensión" ante la petición boliviana de "flexibilizar" posiciones en las futuras charlas comerciales y tomar en cuenta el distinto grado de desarrollo de los países de la CAN.

Los andinos esperan que la Comisión Europea solicite en septiembre al Consejo de Ministros de la UE la autorización para negociar, de modo que las charlas para el Acuerdo de Asociación se puedan iniciar antes de finalizar el presente año, declaró a la prensa el secretario General de la CAN Alan Wagner. El objetivo es cerrar las negociaciones en la Cumbre de América Latina - Unión Europea de 2008. A lo largo de este año, la CAN debe emprender iniciativas tendientes a la simplificación y armonización de aduanas y facilitar el transporte por carretera transfronterizo en aras de facilitar el comercio intra-regional.

Nuevos paradigmas

La maltrecha CAN dio el primer paso hacia la superación de su crisis institucional el 13 de junio en Quito, cuando los Jefes de Estado de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú reafirmaron su "firme decisión de avanzar en el fortalecimiento y consolidación" de la integración regional, concientes de que la mejor forma de defender los intereses en un mundo globalizado e interdependiente es integrar a la subregión y encarar juntos la batalla en los mercados mundiales. El bloque recobró la normalidad con la asunción de Evo Morales a la Presidencia pro tempore de la CAN y enriqueció su discurso de integración con el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), el programa comercial que esgrime Morales frente a los TLCs de Estados Unidos.

En el pasado, la CAN seguían un libreto único en la proyección y negociación de acuerdos de integración comercial con el exterior que priorizaba temas comerciales por sobre otros objetivos sociales de la integración entre naciones. Los acuerdos de antaño sólo hablaban de cronogramas para la liberación de mercados y de disciplinas comerciales (regímenes de salvaguardias, medidas sanitarias y fitosanitarias, régimen de origen, medidas antidumping, etc). Ahora la CAN, liderada por Bolivia, también quiere medidas que "ataquen" las causas estructurales de la migración, la pobreza, la exclusión social y la degradación del medio ambiente, rompiendo el modelo único del Consenso de Washington. Se diría que en el bloque de países con "visiones distintas", la voz más disonante es la de Perú, que preferiría negociar de inmediato el más puro y simple librecambismo.

La representación boliviana tiene una propuesta concreta para el fijar las bases de negociación con la UE. Según diversos analistas, esta propuesta "post neoliberal" rescata fundamentalmente la "complementariedad en diferentes niveles entre la CAN y la UE" con el fin de encontrar soluciones conjuntas a los problemas de migración, narcotráfico, preservación del medio ambiente y otros obstáculos estructurales que engendran pobreza y desempleo.

Es prioritario -dice el gobierno de Evo Morales- que los pueblos, el ser humano y la naturaleza sean los principales beneficiarios de la asociación con la UE. "Debemos superar esa práctica en la que los intereses empresariales transnacionales se anteponen a las necesidades de la población y el medio ambiente", si se quiere construir una verdadera integración se requiere la participación activa de la sociedad civil y de las organizaciones sociales, enfatiza.

Las reglas del Acuerdo de Asociación con la UE en el ámbito comercial no pueden ser iguales para ambas partes. "El PIB de la UE es más de 50 veces el PIB de la CAN, y en relación a algunos países como Ecuador y Bolivia es entre 300 y 1.000 veces superior. Para que exista un Acuerdo justo y equitativo las disposiciones que se aprueben deben ser mucho más favorables para la CAN que para la UE. No se trata de una aplicación mejorada del ‘Trato Especial y Diferenciado’ sino de normas desiguales que permitan equilibrar la integración de realidades desiguales", explica Solón.

En ese marco, por moral, la UE está obligada a reconocer el derecho de los pueblos a recuperar y potenciar sus Estados para que protejan los mercados internos y den incentivos a los productores nacionales a través de diferentes mecanismos, como la exclusividad en las compras gubernamentales, por ejemplo. Esto significa que la cooperación de la UE hacia la CAN debe ser incondicional, respetuosa de las políticas soberanas que adopten los Estados andinos, y sobre todo contribuir a superar las causas estructurales de la dependencia y el colonialismo que todavía subsisten.

En concreto, observan los bolivianos, si los países ricos de la actualidad llegaron a donde están protegiendo sus mercados (recuérdese los casos de Estados Unidos e Inglaterra en el siglo XVIII y XIX), entonces los países desindustrializados del sur deben hacer exactamente lo contrario a abrir sus economías irreflexivamente para reactivar sus aparatos productivos.

Según Solón, Bolivia se ha propuesto reconducir los procesos de integración subordinando los aspectos comerciales a las necesidades de desarrollo con soberanía e identidad de cada una de las naciones participantes en el Acuerdo de Asociación con la UE. El TPC habla del desarrollo de democracias auténticamente participativas e inclusivas de todos los sectores, en particular de los pueblos indígenas excluidos por más de 500 años.

Premisas de un TCP CAN-UE

 Las naciones del sur de América requieren financiamiento para el desarrollo y no donaciones condicionadas o contratos leoninos que abultan la deuda externa. La cooperación multilateral (Banco Mundial, FMI, BID y otros) debe atender realmente las prioridades de los Estados pobres, esto es la industrialización de sus recursos naturales, el desarrollo de la infraestructura integradora y el fortalecimiento y universalización de los servicios públicos.

 La lucha contra el narcotráfico tiene que ver con el blanqueo de dólares en los bancos, el desvío de precursores y químicos y la producción, transporte y comercialización de estupefacientes. Por tanto, la tarea es compartida. No se puede confundir la hoja de coca con la cocaína porque la hoja en su estado natural tiene cualidades benéficas para la humanidad. Es fundamental que de una vez por todas se despenalice la coca.

 La emigración es un problema estructural que debe ser resuelto creando empleos duraderos y luchando contra la pobreza. Este drama no se soluciona con medidas policiales ni administrativas.

 Si la UE busca realmente un "acuerdo de asociación" que promueva el desarrollo tiene que instituir de manera unilateral el arancel cero para todos los productos de la CAN, en particular los bienes con mayor valor agregado producidos por pequeños productores, microempresarios, cooperativas, asociaciones y organizaciones económicas campesinas. Y no basta el arancel cero sino mercados seguros para los productos, lo que implica la supresión de barreras no arancelarias y normas técnicas y fitosanitarias restrictivas.

 La agricultura no puede ser tratada como una actividad económica cualquiera porque de ella depende la alimentación, la vida y la cultura de millones de personas. Los Estados tienen el derecho y la obligación de garantizar la soberanía y seguridad alimentarias de su población haciendo prevalecer el bien colectivo por encima de los intereses del agro negocio.

 Los inversionistas merecen protección y garantías si realmente invierten, transfieren tecnología, utilizan materias primas e insumos andinos, contratan mano de obra nacional y respetan la normativa ambiental, laboral y la regulación nacional. Cualquier disputa entre un inversionista extranjero y un Estado se resuelve en el marco de la jurisdicción nacional y no en paneles de arbitraje internacional antidemocráticos.

 Se respeta la propiedad privada, pero no aquella propiedad pirata que pasa por encima del bien colectivo. En un acuerdo con la UE está prohibido el patentamiento de plantas, semillas, animales y microorganismos y toda materia viva. Es propicio iniciar un amplio debate sobre el concepto de patentes y propiedad intelectual para evitar la privatización del conocimiento, para proteger los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas, y para garantizar que los más pobres accedan a medicamentos genéricos.


 source: Movimiento Boliviano por la Soberanía y la Integración solidaria de los pueblos: Contra el TLC y el ALCA