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Presión de la industria farmacéutica en E.U. por el TLC es brutal

Velásquez, director del Departamento de Medicamentos Esenciales, ha
mostrado posiciones fuertes frente al acceso a los medicinas
esenciales para países pobres.

Velásquez, quien visitó el país y participó en el III Seminario
Internacional Salud Global e Integración, realizado por el Organismo
Andino de Salud, hizo referencia a acuerdos internacionales de
comercio, y al TLC y los medicamentos.

¿Las farmacéuticas son actores del sector?

Creo que no. Son elementos importantes con los cuales tenemos que
jugar, pero no tienen fines de salud pública. Son grandes
comerciantes, y esa es la contradicción con la que tenemos que jugar
ahora.

Si ellas son las que destinan recursos para investigación, ¿los
estudios en salud básica están sin doliente?

Debe haber un cambio radical: el Estado deberá tomar en su mano la
investigación y el desarrollo de productos. En la medida en que el
privado participe, sería con base en una agenda fijada por el Estado
y no por intereses comerciales.

¿Está fijada por intereses comerciales?

Sin lugar a dudas. No se está investigando en lo que constituyen las
causas de mortalidad y morbilidad de la población, sino invirtiendo
sumas gigantescas en el desarrollo de medicamentos donde existe un
mercado potencial.

¿Y el TLC?

El sector salud de este país exigió ser un actor, tener un lugar. Las
crisis fundamentales que se han tenido estos 18 meses de negociación
han sido muchas veces originadas por el sector salud.

¿Qué elementos no pueden negociarse?

Son problemas técnicos, de la protección de los datos de prueba, del
registro sanitario, que pueden afectar gravemente la disponibilidad
de medicamentos en el país. También está el mecanismo que exige al
Invima no dar registro sanitario a medicamentos no patentados. Es
poner al Estado de policía de intereses privados.

¿Tenemos la suficiente fuerza para garantizar eso?

Pascal Lamy, director general de la Organización Mundial del
Comercio, ha dicho que las dificultades de este tipo de tratados se
fundan en que no se negocia con países sino con poderes económicos y
empresas multinacionales que están forzando a las naciones a tener
una posición.

¿Sería este también el problema colombiano?

El gobierno de E.U. tiene una presión brutal de su industria. Eso se
ha visto en las reuniones ministeriales de la OMC, en Doha. Con el
secretario de Comercio estaban siempre las farmacéuticas.

¿Cuál es la perspectiva?

Un TLC negativo para la salud sería el que refuerce las normas de
patente, que haga que los medicamentos estén cada vez más en régimen
de monopolio y sean más costosos, a tal punto que el sistema de salud
no pueda pagarlos.

La no aceptación de E.U. sobre algunos elementos de compensación,
¿sería suficiente para no firmar?

Hay que ser realistas: Colombia no tiene posibilidad de decir sí o
no. La tragedia del TLC es que se abandonó el ámbito multilateral
donde los países tienen alguna posibilidad. Lo que pasó en la mesa de
propiedad intelectual es que casi no hubo negociación, fue casi un
monólogo.

Fedesarrollo pide no hacer concesiones

El de los medicamentos es uno de los temas que podría enredar la
firma del TLC, advirtió Fedesarrollo, que recomendó mantener los
actuales niveles de protección a la propiedad intelectual, "uno de
los más avanzados en el mundo en desarrollo", y no hacer concesiones
adicionales a Estados Unidos.

Las multinacionales farmacéuticas defienden a capa y espada la
propuesta de E.U., que en concepto de los laboratorios nacionales
busca reducir la presencia de los medicamentos genéricos y, por lo
tanto, el acceso de la población a estos.

Los tres representantes del sector salud renunciaron al equipo
negociador al finalizar la ronda de Cartagena en septiembre, pues en
adelante las decisiones serían políticas, lo que provocó la mayor
crisis hasta ese momento en el proceso de negociaciones, en el que
también participan Ecuador y Perú.

El pasado viernes, uno de ellos, Luis G. Restrepo, se retiró del
Gobierno deplorando "la forma desleal y engañosa con la que los
negociadores del Ministerio de Comercio trataron hasta ahora al
sector, no solo en Colombia, sino en los tres países".

Para Afidro, que agrupa a las multinacionales farmacéuticas, no es
cierto que los precios de los medicamentos vayan a subir por el TLC,
pues el mercado farmacéutico colombiano es altamente competido donde
para cada patología existen múltiples alternativas terapéuticas.

Tampoco es cierto, según el gremio, que por el acuerdo comercial los
colombianos verán limitado el acceso a las medicinas, pues las
originales y genéricas continuarán con su presencia en el país.

Además, no se extenderán los periodos de protección a la propiedad
intelectual. Las patentes continuarán con 20 años y los datos de
prueba con cinco años.

CARLOS FRANCISCO FERNÁNDEZ
Asesor médico de EL TIEMPO


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