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TLC con Estados Unidos: polémica senda comercial

TLC con Estados Unidos: polémica senda comercial

15-5-12

La transacción de un cargamento de flores marcó hoy la puesta en marcha de un polémico Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos.

Para el gobierno colombiano, el acuerdo comercial significa una oportunidad de desarrollo. Sin embargo, organizaciones sociales, sindicalistas, campesinas, de intelectuales, entre otras, alertan sobre su impacto negativo en diversos renglones como agricultura, industria, salud o educación.

Lo cierto es que el nuevo acuerdo forma parte de los pasos seguidos por Estados Unidos tras fracasar en la imposición del Área de Libre Comercio para las Américas, que pretendía expandir la experiencia de un convenio comercial con Canadá y México (Tlcan).

Washington optó por negociar tratados bilaterales y logró acuerdos con todas las naciones de Centroamérica, además con Chile, Perú, y ahora con Colombia.

"Somos la décima economía en América Latina que pone en marcha un TLC con la principal economía del mundo y no podemos desaprovechar lo que este hecho sin precedentes significa para el crecimiento económico y bienestar de los colombianos", destacó el ministro de Comercio Exterior, Sergio Díaz-Granados.

A pesar del optimismo del gobierno y representantes del sector privado, críticos del recién iniciado convenio aluden a los estragos dejados por el Tlcan.

Consideran que los TLC, en particular ese, lejos de representar una alternativa de crecimiento obliga a los países a someterse a las reglas de juego que impone Estados Unidos a su favor, como apertura comercial generalizada, ínfimos aranceles y crecientes concesiones.

Todo, bajo la falsa expectativa de que el tratado les permitirá promover entrada de capitales.

Según Víctor Suárez, designado como secretario de Agricultura por el candidato a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, en los 18 años del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (Tlcan), el país se encuentra en los peores niveles de inseguridad alimentaria, malnutrición y violación generalizada del derecho a la alimentación.

El Tlcan no solo ha afectado los derechos de los productores de los alimentos básicos por la competencia desleal de Estados Unidos y Canadá y el abandono gubernamental, sino también los consumidores han sido dañados, asegura.

Han sido obligados por las grandes corporaciones agroalimentarias transnacionales a hacer uso de una dieta dañina para su economía y salud, puntualizó.

Otros analistas aseguran que el crecimiento de las importaciones en detrimento de las exportaciones, mayor desempleo y desmantelamiento de la actividad productiva mexicana son resultado del tratado trilateral.

En cuanto al acuerdo con Perú, por citar otro ejemplo, Washington lo exhibe como un logro, pues en los últimos años de aplicación de políticas neoliberales, donde el TLC tiene un papel protagónico, la nación andina presenta un crecimiento económico sostenido.

Empero, ese auge no se refleja en términos sociales. Datos recientes indican que en el país la pobreza urbana es de 20 por ciento mientras que la rural llega al 61 por ciento.

Sobre estas bases, el controvertido mecanismo de intercambio comercial ha generado numerosas protestas en Colombia.

Dirigentes de la Mesa Amplia Estudiantil (MANE) consideran que con la entrada en vigencia del TLC se afectará la calidad de la educación superior en el país.

El vocero de la MANE, Jairo Rivera, afirmó que a través de ese tratado ingresarán a la nación suramericana instituciones de mala calidad y algunas costosas que en la práctica privatizarán la educación.

Los sectores menos favorecidos no podrán tener acceso a esas instituciones caras, al tiempo que se pone en riesgo la educación pública, advirtió.

El capítulo de servicios transfronterizos del TLC posibilita la entrada a Colombia de universidades de ese país, pero infortunadamente serán instituciones de mala calidad lo que afectaría el desarrollo que alcanzado, expresó Rivera.

A las pocas universidades de calidad solo podrán acceder las personas con dinero, mientras las de baja calidad serán para quienes no podrán pagar por una mejor educación, explicó.

Por otro lado, diversos analistas denuncian que la agricultura se verá forzada a competir con los productores estadounidenses muchos de los cuales cuentan con importantes subsidios.

Productos como el arroz, el trigo, el maíz, el azúcar, la avicultura, la ganadería vacuna y la porcicultura serán de los más afectados, porque los trabajadores ganarán menos y competirán más.

Igualmente se estima un impacto negativo en la salud pública, pues los monopolios farmacéuticos norteamericanos lograron subir los estándares de protección de su sector, por encima de los parámetros de la Organización Mundial del Comercio, lo que implica un alza en los precios de los medicamentos.

El sector industrial también se verá perjudicado -de acuerdo con los críticos- por la entrada de productos remanufacturados a muy bajos costos que competirían con los productores nacionales.

A través de estos TLC, que no contemplan políticas de compensación y de apoyo a infraestructura a favor de los menos desarrollados, se garantiza a las corporaciones del Norte el acceso libre a los mercados del Sur porque eliminan toda barrera a la libre extracción de ganancias.

Permite a las transnacionales el control sobre los recursos como petróleo, agua, y otros a través de la privatización.


 source: Prensa Latina