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TTIP ¡Vaya que si nos afecta!

TTIP ¡Vaya que si nos afecta!

Por José María Rosado, 17-7-15

Alcanzar un acuerdo de esta trascendencia de tapadillo, sin contar con la ciudadanía es un paso atrás para la democracia, un paso a atrás en un momento en el que la población viene sufriendo las graves consecuencias de políticas antisociales que han generado más desigualdades y más pobreza.

El Tratado entre Estados Unidos y la Unión Europea de Comercio e Inversión (TTIP), si finalmente se materializa, aunque nos parezca algo lejano, va a tener fuertes repercusiones para nuestras condiciones de vida. Este es un asunto de amplias repercusiones y de complejo análisis y por cuestiones de extensión me voy centrar solo en tres aspectos.

SI TRABAJAS: Como Estados Unidos solo ha suscrito 2 de los 8 convenios fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo se ponen en riesgo los derechos laborales con implicaciones en salarios, condiciones de trabajo y derechos de representación de trabajadores y trabajadoras.

EN LOS SERVICIOS PÚBLICOS: Se profundiza en la tendencia privatizadora añadiendo más sectores públicos esenciales a la privatización y se incorpora un sistema asimétrico privado judicial que permite que las grandes empresas denuncien a los estados (en procesos de privatizaciones o intentos de reversión) pero no al revés, los estados no podrán ir contra estas empresas.

PARA LOS PRODUCTOS EXTREMEÑOS: La modificación de las condiciones comerciales va a afectar (en unos casos positiva y en otros negativamente) a nuestros productos: cárnicos, hortalizas, frutas, tabaco, aceite, quesos…

Además los fondos europeos, que para nuestra región por ser objetivo uno son más cuantiosos, pueden verse afectados ya que se pueden cuestionar desde el enfoque del “libre comercio”.

Sólo con estos ejemplos podemos llegar a la conclusión de que un Tratado de esta envergadura no puede negociarse por la puerta de atrás, que requiere un amplio debate político y social con dos dimensiones: por una parte si conviene o no un tratado de esta naturaleza; por otra, en función de la decisión adoptada, buscar las adaptaciones necesarias para minimizar los efectos negativos y aprovechar las oportunidades.

Lo que no debería ocurrir es que nos encontremos con una situación de hecho y con toda una serie de consecuencias para las que no nos hemos preparado y por tanto con el riesgo de que los efectos negativos se multipliquen.

Alcanzar un acuerdo de esta trascendencia de tapadillo, sin contar con la ciudadanía es un paso atrás para la democracia, un paso a atrás en un momento en el que la población viene sufriendo las graves consecuencias de políticas antisociales que han generado más desigualdades y más pobreza. ¡Ya está bien!¡Pasemos de una vez a otras políticas y a otras maneras!


 source: El Diario