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Colombia: TLC y crisis cafetera

Colombia: TLC y crisis cafetera

Por Rodolfo Valderrama Díaz

Marzo 22, 2013 a las 4:40 am

Uno de los pilares fundamentales de la concepción neoliberal es la libre competencia en aspectos tales como precios, tarifas salariales, tasas de interés, tipo de cambio, etc., en este sentido ha promovido la firma de los tratados de libre comercio entre los países. En nuestro país, dado el modelo de desarrollo, se insistió durante más de 10 años en que el TLC con los Estados Unidos sería la panacea para todos nuestros males, pues sería beneficioso para las partes por el impulso que traería para nuestro desarrollo, pero después de dos años de haberse firmado ese tratado comenzamos a tener problemas y ese bienestar general prometido no aparece por parte alguna.

Es bien sabido que los gremios de la producción mediante el Consejo Intergremial siempre han apoyado decididamente a nuestros gobiernos, es decir han respaldado la política neoliberal. El bajo valor del tipo de cambio es primordialmente el resultado de la oferta y demanda de divisas, entonces debido al ingreso masivo de dólares, dada la política oficial, el precio del dólar se ha reducido produciéndose la revaluación del peso, el ingreso de bienes baratos que arruinan nuestra producción es resultado de la política de apertura y los tratados de libre comercio. No tiene sentido solicitar medidas antineoliberales, como es el caso de precios de sustentación, prohibir la entrada de bienes baratos o el famoso control de cambios propio del modelo proteccionista y la intervención estatal. Independientemente del acuerdo a que se llegó entre gobierno y cafeteros, resulta por lo menos incoherente el tradicional respaldo gremial a la política neoliberal e invocar medidas antineoliberales cuando les conviene.

No se puede desconocer la crisis del sector cafetero ni las justas peticiones de sus trabajadores, pero es que el colapso es de todo el sector agrícola, los otros gremios también van a estar exigiendo mejores condiciones, el problema se presenta porque no todos tienen el mismo poder de negociación y deberán resignarse a su suerte, en especial la pequeña economía campesina. Es lamentable que los países que más subsidian al agricultor como es el caso de los Estados Unidos y Europa, nos prohíban subsidiar a los nuestros y que seamos el país más obediente, en los países vecinos no ocurre lo mismo, por tal motivo importamos productos más baratos inclusive café.


 source: La Nación, Colombia