El TLC sobre bases inmorales
Diario Hoy / La Insignia. Ecuador, 9 de marzo 2005
El TLC sobre bases inmorales
En la última ronda de negociaciones del TLC, en Cartagena, se les cayó la careta a los negociadores
"Frente a los reclamos de ALAFAR, representados por Juanita Ramos -tal como se lee en el informe del Comité Empresarial Ecuatoriano-, Christian Espinosa, jefe negociador, afirmó que ’pararse y decir no, no es negociación’". Con el cuento de que nada está negociado hasta que todo esté negociado, se margina la defensa de aquellos puntos no negociables o sea irrenunciables desde la perspectiva nacional -si es que alguna vez existieron-, como debería ser la salud pública sobre las utilidades de las empresas farmacéuticas.
Este esquema de negociación, sin una agenda nacional, pero con una serie de campos clave interconectados entre si y sujetos a las presiones de los beneficiarios más poderosos dentro del país, ahonda la debilidad del Ecuador frente a los EEUU. Situación agravada por la decisión del coronel Gutiérrez de firmar el TLC a como de lugar, pues -como él lo ha reconocido- la única alternativa al TLC, es el TLC...
Los chantajes de los EEUU vuelven la cuestión aún más peliaguda. Basta ver lo que sucede con las flores y el atún, productos que hoy se benefician de las preferencias arancelarias andinas, pero que siguen de rehenes al no ingresar todavía a la canasta de desgravación inmediata, tal como lo reconoce Espinosa (para forzar al Ecuador a ceder en otros campos, habría que añadir).
Desde el principio los EEUU se negaron a negociar sus subsidios a la agricultura con los países andinos. Ahora se oponen a que estos países mantengan sus franjas de precios, dejándoles únicamente un esquema de salvaguardias muy debilitado: sinónimo de muerte lenta para gran parte de la producción alimenticia interna. Recuérdese -como concluye un estudio de Naciones Unidas- que "hay una gran asimetría en el comercio de productos agropecuarios entre los Estados Unidos y el Ecuador. Para el Ecuador el comercio de sus productos agropecuarios con los Estados Unidos es muy importante, lo que no ocurre a la inversa".
Con el TLC el Ecuador se juega la alimentación de su gente, mientras que para los EEUU es apenas un tajada menor del gran negocio agropecuario.
La situación en temas de propiedad intelectual no es mejor. Los EEUU promueven "los intereses de la industria farmacéutica a costa del acceso a las medicinas en las naciones en vía de desarrollo", reconoció en el Senado norteamericano, el senador Edward Kennedy, el 16 de febrero pasado. Este senador reclama a la administración de Jorge Bush II porque desafía la Declaración de Doha, en el marco de la OMC, con la que los propios EEUU aceptaron que primero es la salud y luego el negocio. Bush II "utiliza incontable tácticas legales para retrasar la aprobación de las medicinas genéricas", al tiempo que hace enormes esfuerzos "para proteger las ganancias de las compañías farmacéuticas de productos de marca". Esta acción, en palabras de Kennedy, "es una política inmoral".
Inmoralidad compartida por los gobiernos andinos, desesperados por negociar un TLC, aceptando las mencionadas pretensiones estadounidenses y muchas otras, con las que disminuirá aún más la capacidad de sus países para desarrollarse e incluso para intervenir activamente en el mercado mundial.
