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Los temas sensibles del TLC quedaron aplazados para la ronda de Miami

Dos mesas más podrían quedar cerradas durante la décima ronda de negociaciones que se cumple hasta este viernes en Guayaquil.

A los temas de comercio electrónico y cooperación, cerrados en la pasada ronda de Lima, podría unirse el de obstáculos técnicos al comercio. Además, se sabe que están prácticamente cerradas las de aduanas y competencia y que la de telecomunicaciones depende de los jefes de Colombia y E.U.

Los andinos esperan avanzar en la definición del mayor número de mesas para que en la próxima ronda, en Miami del 11 al 15 de julio, los negociadores se puedan concentrar en temas sensibles y con atrasos: agricultura, asuntos sanitarios y fitosanitarios y propiedad intelectual en medicamentos.

Ayer el jefe negociador, Hernando José Gómez, destacó los avances en obstáculos técnicos al comercio, con el fin de lograr un acceso real sin restricciones normativas para los productos industriales.

Dijo que este tema se ha trabajado sobre varios ejes como lograr el intercambio de información rápida sobre reglamentos y normas que se aplican en E.U., garantizar transparencia y acceso oportuno a la expedición de reglamentos obligatorios y crear un ambiente para el reconocimiento mutuo de entidades reguladoras -en el caso colombiano la Superintendencia de Industria y Comercio, la dirección de regulación del Ministerio de Comercio y en el nivel privado, el Icontec.

En este tema se han logrado mejores condiciones que Cafta y en Chile, dijo Gómez, porque se acordó la conformación de grupos de trabajo para tratar asuntos sectoriales o transversales y en el establecimiento de plazos perentorios para proveer la información técnica que se requiere.

Se estima que el cierre de esta mesa está pendiente de un nuevo contacto telefónico que realizarán en los próximos días los negociadores. Gómez destacó además los avances en la mesa de asuntos institucionales, que avanzó en los tres temas que maneja: disposiciones iniciales, es decir su relación con otros tratados -básicamente OMC-; disposiciones finales, que tiene que ver con su entrada en vigencia, adhesiones al tratado y denuncia del tratado, y finalmente con el tema de transparencia, que analiza cómo combatir la corrupción.

En esta mesa el texto está acordado en un 80 por ciento. Allí se analizó además la creación de la comisión administradora del tratado, su instrumentación y cómo operaría la solución de controversias.

En materia de cooperación, aunque ya se cerró el texto en la pasada ronda, durante esta que transcurre en Guayaquil se presentaron cinco proyectos relacionados con temas fitosanitarios, sanitarios y de fortalecimiento de capacidad regulatoria.

Gobierno insiste en que quiere que la negociación termine en julio

Aunque muchos empresarios dan como un hecho el que la negociación del TLC con Estados Unidos requiere por lo menos una ronda adicional, en septiembre próximo, el ministro de Comercio, Jorge Humberto Botero, insistió ayer en que el equipo colombiano tiene la instrucción de avanzar para lograr que el proceso se cierre en julio próximo.

Botero señaló que el “anhelo” del gobierno es conseguir que los temas pendientes se cierren entre esta y la próxima ronda de negociaciones que se cumplirá del 11 al 15 de julio próximo en Estados Unidos.

Septiembre, según el ministro, debe ser la época de la suscripción del tratado por parte de los ministros, luego de que se haya llevado a cabo el cierre de la negociación.

Botero admitió que el gobierno colombiano está dispuesto a correr los riesgos políticos que implique el cerrar la negociación en plena época preelectoral, y señaló que el presidente Alvaro Uribe ha sido el primero en respaldar la iniciativa de lograr una negociación pronta y en las mejores condiciones para el país.

“Es nuestro anhelo no dilatar más las negociaciones, muchos temas están por cerrarse y otros se solucionarán por razones o factores políticos que no requieren tiempo sino voluntad política”, afirmó Botero.

Al justificar la necesidad de cerrar en julio, el Ministro recordó que un atraso en el proceso podría dejar al país sin las preferencias arancelarias vigentes bajo el Atpdea y “esto causaría serios traumatismos a la producción exportable”, dijo.

El jefe negociador de Perú, Pablo de la Flor, dijo por su parte que en Perú se está trabajando también con la idea de lograr un cierre de negociaciones a más tardar en julio, pero reconoció que el tiempo no puede ser un obstáculo para lograr la negociación y que esta continuará hasta cuando esté lista. “No hay que poner la carreta por delante de los caballos” dijo de la Flor al señalar que la prioridad es conseguir un acuerdo que resulte bueno para los países andinos y no solamente que cumpla los requisitos de plazos estrictos.

Textileros andinos buscan acuerdos en normas de origen

Reuniones entre empresarios andinos del sector textil-confección se cumplían ayer para lograr posiciones de consenso frente a una solicitud presentada por Colombia y Perú a E.U. para definir normas flexibles en materia de origen en la negociación del TLC.

Aunque algunos empresarios consideran que las diferencias que existen con Ecuador son mínimas -en 10 productos de los casi 1.500 que conforman el universo arancelario de textiles- el objetivo es lograr un consenso andino para que se facilite la negociación.

Ayer algunos empresarios ecuatorianos expresaron su malestar por lo que se consideró una posición individualista de Colombia. La interpretación se dio luego de que el jefe negociador de Colombia, Hernando José Gómez, explicara que mientras Perú y Colombia quieren normas flexibles en origen para textiles y confecciones, Ecuador insiste en que estas sean muy estrictas y que lo ideal sería llegar a un acuerdo o en caso contrario, cada país debe plantear sus propuestas a E.U.

Ecuador busca normas estrictas porque según señalaron, estas podrían atraer inversión norteamericana en industrias que operen en los países andinos para las materias primas que actualmente no se producen y que requiere el sector confeccionista.

Sin embargo, la posición de peruanos y colombianos es distinta: que haya flexibilidad, especialmente en algunas fibras de nylon que se utiliza para la producción de ropa interior, calcetería y mantelería, entre otros sectores, de manera que se puedan traer insumos de terceros países sin que los productos finales sean ‘castigados’ con aranceles altos para ingresar a E.U.

Ecuador quiere un trato especial

El gobierno ecuatoriano reiteró su interés de continuar en el proceso de negociación con E.U. al señalar que no está dispuesto a desaprovechar una oportunidad histórica de estrechar los lazos comerciales con su “hermano” de Estados Unidos, según afirmó ayer el ministro de Comercio Exterior de este país, Oswaldo Molestina, durante la inauguración oficial de la décima ronda de negociaciones.

Molestina no desaprovechó esta oportunidad para plantear, oficialmente a la jefe negociadora de Estados Unidos, Regina Vargo, que Ecuador quiere un trato especial y flexible, que se compadezca con el tamaño de su economía y sus necesidades sociales.

“Ecuador necesita que exista la adecuada flexibilidad de su contraparte, no basta con que los productos sean beneficiados por aranceles más bajos sino que además las normas de origen y las reglas se adecuen a las necesidades de los países”, dijo el ministro, que además es el jefe del equipo negociador ecuatoriano.

Para el funcionario, es necesario promover la solidaridad entre los países del continente y lograr que se tengan en cuenta las asimetrías que existen en materia de desarrollo y que ayude a solucionar las brechas que existen”.


 source: Portafolio, Colombia