Mantiene EE.UU. posición inflexible en Guayaquil sobre TLC
Desde el inicio de las conversaciones el lunes último, la parte norteamericana se quejó del cambio del equipo negociador ecuatoriano y hasta amenazó con no dialogar con los nuevos representantes de este país.
El principal cuestionamiento se sustenta en que José Miguel Terán, Roberto Aguirre, Vinicio Baquero y Miguel Peña son representantes del sector privado, lo que impide la concreción de acuerdos, pues este tipo de pláticas Washington las realiza con representantes del Estado.
Los funcionarios cuestionados reemplazaron a Diego Mancheno, del Banco Central; Miguel Pérez, del Ministerio de Agricultura; Patricio Palacios, de la cancillería; y a Mauricio Pinto, del sector privado.
Roberto Aspiazu, miembro del sector empresarial, cuestionó la observación hecha por Washington y resaltó que tal preocupación fue dada a conocer hace dos semanas pero no inquietó a las autoridades nacionales.
Sin embargo, nunca se pensó en que la plantearía justamente en el inicio de la nueva ronda.
Medios de prensa nacionales señalaron que la postura estadounidense produjo nerviosismo entre los negociadores y autoridades, que sostuvieron contactos para aclarar la situación y poder avanzar en el proceso.
Durante estas pláticas del TLC, que se realiza en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, en el suroeste del país, se negocian temas de Cooperación, Textiles, Asuntos Laborales, Obstáculos Técnicos al Comercio, Reglas de Origen, Inversiones.
El ministro de Comercio Exterior Oswaldo Molestina informó que el tema agrícola se discutirá de manera bilateral con los norteamericanos.
Ecuador y Estados Unidos se reunirán en Washington del 15 al 17 de junio, peruanos y estadounidenses lo harán entre del 22 al 24 y con la de Colombia se ha previsto para los días 13, 14 y 15 de julio.
Durante la jornada inaugural la víspera, Molestina reclamó una posición más flexible de Estados Unidos con las naciones andinas.
Ecuador está listo para negociar el acuerdo comercial, pero necesita la sensibilidad de su contraparte, a fin de conseguir el beneficio mutuo, enfatizó el titular.
Advirtió que las condiciones del TLC no pueden ser inferiores a otros convenios ya negociados y aspira que sus palabras puedan propiciar la solución de problemas comunes que los afectan y que no nos han permitido alcanzar consensos en las mesas de diálogo.
Pese a dichas declaraciones, agrupaciones civiles y políticos sostienen que con este encuentro en Guayaquil no concluirán las conversaciones, pues faltan al menos dos rondas en Washington, como parte de un proceso atropellado.
Las conversaciones se celebran en medio de un constante secretismo, plagado de desinformaciones y contradicciones, lo cual no ofrece pista a la población ecuatoriana, que reclama llevar el tema a una consulta popular.
Ninguna de las tres naciones andinas ha tenido asimismo una posición nacional coherente y hasta el momento el grande domina a los pequeños, que no han podido lograr que Washington deje de entregar multimillonarios subsidios a sus agricultores.
