¿Renegociará Obama el TLCAN?
¿Renegociará Obama el TLCAN?
Por Carlos Heredia Z., Domingo, 30 Noviembre, 2008
El Presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama, le prometió a los obreros de las viejas zonas industriales en Ohio y Pennsylvania que revisaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para garantizar que beneficie efectivamente a los trabajadores y no sólo a las grandes empresas.
A partir de entonces se desató un juego de adivinanzas que no ha concluido. Los asesores de Obama dicen que no se trata de retórica electoral, que el señalamiento va en serio, y que la idea es “buscar que el Tratado beneficie a los trabajadores estadunidenses”.
Hoy el contexto económico difiere mucho del que teníamos apenas hace quince años, el 1 de enero de 1994, cuando entró en vigor el TLCAN. Han tomado mayor relieve las preocupaciones en torno a: 1) la seguridad; 2) el cambio climático; 3) la crisis financiera más grave desde 1929; 4) el cierre de la brecha de desarrollo entre, por un lado, Canadá y Estados Unidos que rondan los cuarenta mil dólares por habitante y año, y por el otro lado México que apenas roza los nueve mil.
Obama se dedicará en sus primeros meses a lidiar con la crisis dentro de Estados Unidos: el mercado de hipotecas de vivienda y la quiebra de GM, Ford y Chrysler entre otras preocupaciones. El TLC tomó como columna vertebral a la integración del sector automotriz entre Estados Unidos, Canadá y México; la industria automotriz de los dos socios de Washington depende de lo que pase en Detroit. En Estados Unidos se agudiza el clima proteccionista respecto al resto del mundo; a este panorama crítico se añade la caída en remesas y turismo hacia México.
El Presidente Calderón ha anunciado su firme oposición a cualquier cosa que signifique renegociar o reabrir el pacto comercial. Yo pienso que la crítica al TLCAN es válida, que el tratado es un documento vivo que puede ponerse al día para enfrentar nuevos desafíos.
Creo que en el fondo Obama no quiere renegociar o abandonar el tratado; se propone mejorarlo o aumentarlo desde los intereses de los Estados Unidos, que con todo y crisis sigue teniendo la sartén por el mango. Falta ver si al gobierno mexicano también le interesa que el TLCAN beneficie a los trabajadores mexicanos.
