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TLC Uruguay-EE.UU.: para Kirchner, "no está mal" que Uruguay negocie con los EE.UU.

BRASILIA.- “Si entre la Argentina y Brasil no podemos darle a Uruguay lo que Uruguay necesita, no está mal que ellos firmen un tratado con los Estados Unidos. No queremos estados gendarmes. Le dije a Lula que teníamos que ser flexibles y él me respondió que estaba de acuerdo.”

Sorprendió Néstor Kirchner. Después de mil discusiones e innumerables desencuentros bilaterales entre los vecinos rioplatenses, el Presidente negó las especulaciones sobre una posible expulsión de Uruguay del Mercosur para el caso de que el gobierno de Tabaré Vázquez continuara negociando acuerdos comerciales por fuera del bloque regional.

Kirchner aceptó una entrevista con los enviados argentinos a la gira por Brasilia. En el lobby del hotel Kubitschek Plaza, el Presidente habló de los avances en el Mercosur, de la controversia con Uruguay y de la concesión política que obtuvo de parte de su colega Luiz Inacio Lula da Silva: las barreras arancelarias especiales dentro del bloque. Además, sostuvo que el pago al Fondo Monetario Internacional (FMI) fue coordinado con Brasil, algo que en su momento el ministro de Economía brasileño negó.

El principal eje de la entrevista fue la situación de Uruguay dentro del Mercosur. Habrá contemplaciones, dijo Kirchner, en el caso de que fueran necesarias.

“Vamos a intentar ayudar a Uruguay, pero por ahí no podemos darle lo que se merece. No somos como Alemania para Europa, salvando las distancias. Creemos en el Mercosur, pero la Argentina y Brasil están luchando para salir de una crisis económica muy profunda, así que por ahí no podemos darle a Uruguay las herramientas que su pueblo necesita, por lo que tampoco le podemos impedir que haga un buen negocio”, opinó el Presidente.

 ¿Pero el Mercosur no impide que un país negocie por fuera del bloque regional?

 Tenemos que ser flexibles. El Mercosur se tiene que adaptar a las necesidades. Debemos entender, además, que el equilibrio es muy difícil. Esto se ve en la Unión Europea, con la práctica de años que ellos tienen en la integración.

 ¿Cree que la controversia con las papeleras pudo haber influido en los desencuentros recientes con Uruguay?

 No, no tuvo nada que ver. Ese es un tema ambiental. Si Tabaré... (se corrige), si Uruguay puede hacer un buen acuerdo, no se lo podemos impedir. Sería atroz.

 Si no fueron las papeleras, ¿sí influyó la actuación de los Estados Unidos en el desgaste regional?

 Yo soy respetuoso de los ideales nacionales. Cada país busca lo que cree y yo no tengo derecho a denostar a Uruguay porque hace lo que cree necesario. Ellos tienen una situación diferente de la nuestra.

 ¿Estos amagos de quiebre del bloque no debilitan el Mercosur?

 Y bueno? somos nosotros los que tenemos que consolidarnos. Los que tienen que ayudar a terminar con las asimetrías son Brasil, primero, y después la Argentina. Pero venimos de crisis tan profundas que por ahí no podemos ayudar a Uruguay y a Paraguay como ellos necesitan.

 ¿Cómo está hoy su relación con el presidente uruguayo?

 La relación con Tabaré es muy correcta. Lo que no hay que hacer es alentar expectativas nacionalistas.

 Con Lula parece que el feeling es mayor y esto fue una sorpresa después de tantos choques. ¿Desde cuándo se produjo el cambio? ¿Desde la Cumbre de las Américas?

 No, desde mucho antes. Con Lula venimos construyendo una relación personal desde hace mucho. Fíjense que fue él quien dijo lo de la coordinación que hubo en el pago al FMI. Esto lleva tiempo, no es fácil vincular un pensamiento común.

 ¿Y por qué lo elogió tanto? ¿Quiso enviar un mensaje a la política brasileña justo en el año en que Brasil elegirá presidente?

 No interferimos en Brasil. Lo que pasa es que en la conducción de América del Sur, Lula es importante.

 En los últimos tiempos parecía que la relación no era buena.

 Bueno... acá lo que pasa es que la integración de las economías no es fácil, pero políticamente estamos bien. Además, en Brasil hay una burguesía económica muy fuerte, una burguesía que nosotros no tenemos. Si hasta Furlán [Luiz Fernando, ministro de Desarrollo] es un cuadro.

 A pesar de eso, finalmente Brasil aceptó la inclusión de la Cláusula de Adaptación Competitiva.

 Sí, ése es un salto cualitativo muy grande. Es importante.

 Si bien Lula ya adelantó que políticamente acompañará la inclusión de dicha cláusula, ¿para cuándo cree que puede cerrarse la letra chica del acuerdo?

 La idea que tenemos es firmar el convenio el 31 de enero.

 ¿Es un logro personal?

 Lo considero un logro para el país y para los demás miembros del Mercosur. Ya van a ver que la integración regional va a favorecer a los cuatro países. Todos saldrán beneficiados.

 ¿En igual escala económica?

 Creemos que el Mercosur debe regirse con la escala de la Argentina y de Brasil. Brasil primero y la Argentina después tienen que ayudar a los demás.

 ¿También a Bolivia, que hoy no es miembro pleno del bloque?

 Siempre ayudamos a Bolivia. Con todos los presidentes que tuvo, menos con Sánchez de Losada, con quien casi no teníamos relación.

 ¿Hablaron con Lula de la ayuda a la Bolivia de Evo Morales?

 Sí, pero primero hay que esperar que Evo asuma. Igual, él se merece la oportunidad de ser ayudado.

 Anteayer, usted y Lula invitaron públicamente a que Bolivia se sume al bloque regional. ¿Le cursaron la invitación formal a Morales?

 No lo queremos presionar. Está claro que la inclusión de Bolivia será una determinación de su nuevo presidente. Pero habrá que esperar a que tome posesión del mando. Para el Mercosur, ahora, va a ser muy importante la incorporación de Venezuela.

 ¿Y qué sucederá con Chile, tras las señales positivas que envió Michelle Bachelet?

 Bueno, ella dijo que quiere profundizar la relación con el bloque.

 ¿Aunque Chile tenga acuerdos con Estados Unidos?

 Sí, tenemos que ser flexibles. El Mercosur tiene que ser flexible.

Por Luis Esnal y José Ignacio Lladós
Enviados especiales


 source: La Nación, Argentina