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Claudicó otra vez el gobierno colombiano frente a Estados Unidos en la negociación del TLC

Esta claudicación estuvo precedida por otra: la carta enviada el 6 de mayo por el gobierno colombiano al de Estados Undos, cambiando la propuesta sobre comercio agropecuario sin que la parte norteamericana se hubiera tomado el trabajo de responderla. Este cambio se hizo en contra del criterio de gremios de empresarios del sector que explíctamente pidieron al gobierno no enviar la carta y luego denunciaron su envío como una violación de los acuerdos que fueron concertados anteriormente por el gobierno con ellos.

Como Estados Unidos tampoco respondió la propuesta claudicante, el gobierno colombiano amenazó con no ir a Guayaquil si nos e tenía respuesa. Sin embargo ahora irá simplemente porque "se parte de las propuestas presentadas por Colombia el 6 de mayo, las cuales serán adicionadas por propuestas ofensivas y defensivas de ambos países". Es decir se parte de una claudicación para aceptar ir a dos rondas sin tener una respuesta, la cual solo será probablemente presentada el 11 de julio.

"Las propuestas serán consultadas con el sector privado y demás interesados mediante los procedimientos y mecanismos que se han venido utilizando a lo largo de toda la negociación", es decir las consultas solamente servirán para no tenerlas en cuenta y hacer lo que convenga al gobierno de Estados Unidos.

En la X ronda se negociarán aspectos de cooperación, textiles, obstáculos técnicos al comercio, inversiones, asuntos laborales, institucionales y servicios financieros. El tema agrícola fue excluido para ser tratado de forma bilateral entre Estados Unidos y cada uno de los tres países andinos.

La inversión y las cuestiones institucionales son desde luego prioridades de las transnacionales, que esperan fijar claros los "derechos de los inversionistas" y la "seguridad jurídica" para ellos, así como eliminar la protección de los consultores y proveedores nacionales del Estado.

Los tres países andinos aspiran a que en el TLC quede incluida la protección de los derechos laborales de los trabajadores migrantes. Los tres países solicitan que el tratado impida la discriminación laboral contra sus ciudadanos en razón de su nacionalidad, raza, género, sexo, ideología o creencias. Sin embargo, estas peticiones no han tenido acogida en EEUU.


 Fuente: Indymedia Colombia