“Este es un mal momento. El tiempo en la negociación está como el tiempo atmosférico en Colombia: nublado”.

Con esa frase, pronunciada en un foro económico que se celebró en Manizales, el ministro de Comercio, Jorge Humberto Botero, reconoció ayer que la negociación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, TLC, está en su peor momento desde cuando comenzó, hace ya un año.

El funcionario admitió que el Gobierno colombiano estudia la posibilidad de no participar en la próxima ronda de negociaciones - a realizarse entre el 6 y el 10 de junio próximos en Guayaquil - atendiendo una solicitud que en ese sentido le hicieron los gremios de la agricultura.

El martes en la noche, al término de una reunión de emergencia entre todos sus afiliados, la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, expidió un comunicado en el que solicitó al Gobierno abstenerse de asistir a la cita de Guayaquil, ante la negligencia de Estados Unidos para discutir el tema agropecuario, uno de los de mayor sensibilidad para Colombia.

Ayer, el ministro Botero admitió que el Gobierno comparte esa posición. “Los avances en la negociación son enormes en unos casos, medianos en otros y, evidentemente, en lo agrícola están sumamente rezagados”, aseguró.

El Ministro fue enfático en señalar que “Colombia ha hecho movimientos y ofertas en búsqueda de destrabar las negociaciones agrícolas y generar un círculo virtuoso en procura de mejorar ofertas; sin embargo, esa postura de Colombia no ha sido correspondida por Washington hasta el momento”.

Así las cosas, agregó, “estamos totalmente identificados con la SAC en la idea de no hacer nuevas ofertas hasta tanto no recibamos respuestas positivas”.

Las razones. El tema agrícola, junto al de propiedad intelectual en medicamentos, se han convertido en los mayores obstáculos de la negociación del tratado.

En el primer caso, Estados Unidos se ha negado - sin explicación alguna - a fijar una fecha específica para empezar a negociar formalmente el tema agrícola con Colombia, pero sí lo hizo con Ecuador y Perú.

Con esa actitud, dijo el presidente de la SAC, Rafael Mejía, Estados Unidos “sólo busca imponer sus condiciones al final y convertir la negociación agrícola en una adhesión a sus intereses, y no en un proceso equilibrado para las partes”.

Lo claro es que la ronda de Guayaquil está en el limbo y sólo la próxima semana se sabrá si Colombia asiste a la cita.

ALTA TENSION

Por teléfono e internet, los negociadores intentan conocer la posición de Estados Unidos. Pero el tiempo corre en contra del proceso.

El ambiente que se respira entre los equipos negociadores de Colombia y Estados Unidos en el TLC es de alta tensión.

Desde el miércoles los delegados colombianos realizan contactos con sus pares vía correo electrónico y teléfono, para conocer la posición de Washington frente a los requerimientos de Colombia, sin obtener respuestas concretas.

El Ministro de Comercio admitió que, en este momento, múltiples factores atentan contra la pobilidad de concluir el proceso en el tiempo previsto.

“Estamos en el momento justo de lograrlo, teniendo en cuenta que las ventanas de los tratados comerciales en Estados Unidos se están cerrando”, sostuvo el funcionario.