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Colombia: TLC: mala leche

Colombia: TLC: mala leche

16-1-12

Los subsidios de los países ricos a su sector agropecuario son enormes, especialmente de los Estados Unidos y la Unión Europea. A veces les pagan a sus productores para no producir, evitando una sobreoferta y la caída de precios.

Contra los productos de los países en vías de desarrollo no solo funcionan los subsidios como barrera de entrada, sino los requisitos sanitarios. El gran pretexto discriminador es la fiebre aftosa, superada en esos países, lo que les permite prohibir la entrada de carne y lácteos de nuestros campos, que sin los subsidios serían más baratos que los de ellos.

Los estadounidenses producen cereales baratos en gran cantidad –también subsidiados- con los que alimentan su gente, ceban sus ganados y exportan a otras naciones miles de toneladas, especialmente trigo y maíz, aunque ya este último se encareció por ser materia prima para el biocombustible.

El caso es que ya Colombia está inundada de leche en polvo, mucha de ella de Suramérica, y los ganaderos se quejan. El ministro de Agricultura prometió protegerlos, ya que la mayoría son pequeños y medianos productores con poca tierra y poco ganado.

Si ya ganan poco hasta los más grandes y con mayores recursos, quedarán en la inopia los más pequeños con las miles de toneladas de leche en polvo que ya entran al país. Se habla de importaciones 500% mayores en 2012 que las de años anteriores.

El atraso de nuestro campo es grave. Hay poca transferencia de tecnología para que los ganaderos más pequeños aprovechen las ventajas genéticas disponibles en el país en bovinos y en todas las demás especies.

Pero aun si hubiera dicha genética mejorada disponible para las pequeñas explotaciones, no tendrían como aprovecharla porque tampoco tienen acceso a otras tecnologías que les permitan alimentar mejor a los ganados, indispensables para las razas lecheras europeas especialmente, mucho más delicadas y exigentes que las cebuinas.

La principal de las tecnologías es el riego eficiente, pero en la mayor parte del país no lo hay bueno ni malo y la producción y productividad caen desde los primeros días del verano.

Después del agua para riego se podría hablar de cercas eléctricas, pastoreo racional (muchos animales rotando en potreros muy pequeños), ensilajes, establos y hasta tractores. No es que todas estas tecnologías no se puedan implementar parcialmente, sino que para competir contra los productos subsidiados se tiene que llegar a la eficiencia máxima, y esa no existe sin riego permanente.

Del Gobierno dependen no solo muchas de las iniciativas anteriores, sino mejorar la infraestructura, tal como las carreteras secundarias y terciarias. En muchas partes del país y de la Costa Caribe, la leche sale a los puntos de recolección sin refrigeración, en cantinas portadas por mulas, muchas horas después de haber sido ordeñadas las vacas.

Aunque el Gobierno hace algunos esfuerzos y Minagricultura anuncia inversiones en vías, ya deberían estar listas. La entrada en vigencia de los TLC sin preparación previa, sumada a las barreras fitosanitarias en los países ricos, condena a los colombianos a la mala leche de competir en una desventaja enorme e injusta.


 source: El Universal