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Colombia: Todos estamos locos

Colombia: Todos estamos locos

Octavio Quintero, 14-6-13

Este es un país de locos: los TLC que el gobierno viene firmando con todo el mundo están provocando una avalancha de importaciones en detrimento de la producción interna, como en el caso de la leche, al punto que ha vuelto a activarse la propuesta de regalar la leche como medida de protesta nacional de los productores.

Y ayer, al cabo de una reunión entre el ministro de Agricultura, Francisco Estupiñán con los productores y empresas comercializadoras lo que se acordó fue reactivar el Fondo de Estabilización de Precios (FEP) que desembolsará 10.000 millones de pesos para subsidiar la exportación de excedentes.

Es decir, si los TLC permiten la importación de leche en polvo subsidiada que arruina a los productores nacionales, entonces, subsidiemos también las exportaciones de nuestros productores para que a su vez, ellos arruinen los productores de otros países.
Es, en el fondo, una cadena de ruinas a través de subsidios que terminarán beneficiando solo a las grandes multinacionales que operan en los países industrializados.

Parece que fue al propio ministro Estupiñán al que se le ocurrió insinuar que la acumulación de excedentes de leche no obedece a importaciones sino a la caída del consumo interno.

¡Peor, ministro! ¿Si no hay importaciones qué está ocurriendo? Si se ha bajado en Colombia el consumo de leche, es porque el país está atravesando por una pobreza horrible.

Y, podría ser: ya vimos en otras estadísticas que las ventas de las grandes empresas instaladas en Colombia cayeron verticalmente el último año a un crecimiento de menos de 5, cuando venían incrementándose a una tasa de dos dígitos, es decir, del 10 hacia arriba.

Si la crisis de los lecheros es por importaciones subsidiadas al amparo de los TLC, resulta ahora en estupidez subsidiarlos para que exporten cuando con solo haberle mantenido la protección al agro habría sido más que suficiente. Y si la crisis es por la caída de la demanda, tampoco la solución es subsidiarle las exportaciones porque, en vez dejar esa leche barata en los estómagos de nuestros niños y familias pobres, vamos a ponerla en la boca de otros fuera del país mediante subsidios que salen todos del bolsillo de los colombianos.

Es así de sencillo y de loca la política agropecuaria del gobierno nacional.


 source: ALAI, América Latina en Movimiento