Colombia: Un TLC que le hace daño al Huila
Colombia: Un TLC que le hace daño al Huila
Por Carlos Tobar, 6-10-11
El gobierno nacional ha armado gran alboroto por la proximidad de la aprobación, en el Congreso de los EE.UU., del Tratado de Libre Comercio de ese país con Colombia. Los huilenses debemos mirar con preocupación la entrada en vigencia de dicho tratado, porque algunos de los capítulos peor negociados –los que tienen que ver con el sector agropecuario–, nos afectan directamente. Este sería otro fuerte golpe a la economía de la región en menos de un año. Recordemos que hace unos meses, recortaron uno de los principales ingresos públicos: las regalías. Ahora, el golpe será mucho más grave como quiera que afectará la agricultura comercial –lo poco que queda de ella–, y los sectores, pecuario y avícola, vitales para la producción del Huila.
Veámoslo rápidamente. Según un documento de la USDA (Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés), citado por el Senador Jorge Robledo en reciente debate en la Comisión Quinta, las perspectivas de crecimiento de las exportaciones norteamericanas a Colombia, en el futuro mediato, serán de gran importancia para ellos. Si lo miramos por producto la situación no es muy halagüeña. En arroz aspiran crecer 729%. Aunque este es un producto con desgravación a 20 años, en el primero entrarán 79.000 toneladas de blanco. ¡Es decir, arroz de alta calidad, listo para empacar y distribuir, a un tercio del valor por kilo del arroz nacional! Se puede uno imaginar cómo se relamerán los bigotes, los tigres de las cadenas minoristas (Éxito, Carrefour, Olímpica), para meterle el diente a este jugoso negocio. Aquí no solo perderán los agricultores, sino la rama industrial del sector, que estarán expuestos a una competencia brutal.
Dirá el gobierno que tendrán 20 años de protección arancelaria, pero cualquier persona con calculadora en mano, entenderá que con un diferencial de precio tan abismal y una protección tan pequeña, el riesgo inmediato del contrabando será real –si el contrabando de Ecuador y Venezuela es imparable, ¿cómo será el estadounidense? Pero lo peor vendrá el día en que por razones climáticas o biológicas, falle la producción nacional, porque en esa coyuntura se abrirán las puertas de par en par a la importación del producto.
Si en arroz la perspectiva es negra, en frutas y verduras los gringos aspiran a crecer el 18%; en semillas oleaginosas y sus productos, 26% y 126%, respectivamente; en carne de res 82%; en aves de corral y cerdos 64%; en productos lácteos 53% y en alimentos procesados 30%. Algunos de ellos con arancel 0 desde el primer año, como en pollo y cerdos. ¡No nos extrañemos que el próximo asado huilense sea con cerdo gringo! Como corolario digamos que ninguna de estas denuncias de Robledo fue desmentida por el Ministro de Agricultura en el debate mencionado.
Que los productos serán más baratos para los consumidores, dirá el gobierno. Pero si desaparecen los empleos vinculados a la producción ¿quién tendrá con que comprarlos? Esa es la disyuntiva.
