La payasada de la importación de arroz
La payasada de la importación de arroz
Por
Pedro López Juiz
Para la sorpresa de muchos, ayer el Ministro de Agricultura anunció la cancelación de planes para importar 40,000 TM de arroz. Esto ocurrió no sin antes haberse llamado a una rueda de prensa en las instalaciones de la Bolsa de Productos, donde allegados a esta institución, todos “amigos” y “colaboradores” del Ministro de Agricultura, hicieron grandes declaraciones histriónicas por medio de las cuales aseguraban al país que hay suficiente arroz almacenado y venidero en términos de la cosecha invernal para hacer totalmente innecesaria la futura importación que ya había confirmado el gobierno y con la cual el mismo venía coqueteando gustosamente desde el año pasado.
Y ahora vienen las lecturas. La primera está basada en información detrás de la información, y tiene que ver con el hecho de que la decisión de no importar se tomó hace más de una semana pero que oficialmente se divulgó ayer después del “teatro” montado hace dos días en la Bolsa de Productos de Guayaquil, “teatro” que se instaló a petición del mismo Ministro de Agricultura y con la venia de las “marionetas” de dicha Bolsa bajo la tesis de que muchos otros Ministros querían hacer la importación y el Economista Walter Poveda necesitaba el apoyo de sus amigos industriales y comerciantes del gremio para que hicieran la bulla en contra de la importación y frustraran la misma. Los hechos a raíz de la afirmación de la importación el 29 de febrero (o mejor dicho, la ausencia de los mismos, es decir, la parálisis moral y el silencio sepulcral por parte de los agentes vinculados a la Bolsa de Productos y el Consejo Consultivo del Arroz) transcurridos hasta antes de ayer apoyan esta lectura, puesto que ninguno de los actores de ese “show” jamás levantó la voz en protesta contra la importación hasta cuando ya era muy tarde, superfluo o redundante, en otras palabras, hasta cuando el Ministro de Agricultura pidió auxilio y los “güaugüaus” guayaquileños respondieron fielmente.
Pero, ¿qué hizo revertir los planes de importación de arroz que ya se daba como hecho consumado y para la cual el gobierno abonaría un subsidio de US $10 por quintal de tal forma que dicho arroz llegaría al consumidor final a precios bajos? Para esta pregunta hay sólo una respuesta: ñañito, ¡no había billetes! No fue por solidaridad con los productores arroceros. No fue por dolor de conciencia. No fue por error técnico. No fue por el artículo nuestro enviando a muchos funcionarios del gobierno y publicado bajo el título El gobierno de Correa y sus sinrazones en www.bilaterals.com el 1 de marzo de 2008. ¡Fue por falta de billetes y punto! ¡Esa es la plena! Como decía un ex ministro de gobierno durante la presidencia de Jamil Mahuad, ¿dónde está la plata? ¡Ahí te quiero ver! El precio mínimo de esa importación iba a salir en US $36 el quintal. El costo total de la importación de 40,000 TM bajo ese esquema ascendería a US $31, 680,000. Es decir, ¡casi 32 millones de dólares! ¿De dónde iba a sacar el gobierno esa plata cuando está atrasado en los pagos a los mismos empleados de sus distintos y copiosos ministerios, cuando ese Elefante Blanco, llamado Ministerio del Litoral, sufre de una iliquidez espantosa? El gobierno, indudablemente, estaba deseoso de traer esa importación. Iba a servir de palanca y herramienta para apuntalar el Sí para la Constituyente. El arroz artificialmente abaratado con un fuerte subsidio es una milagrosa dádiva que abre caminos en tiempos difíciles.
Pero no había los papelitos verdes. No, ñaño. Y la torta de la importación se hizo agua bajo el feroz invierno, dejando a los cumpleañeros con el apetito insatisfecho y la mirada triste. La próxima vez que planeen una fiesta de similar dimensión macabra, les recomiendo como moraleja que primero cuenten bien la “guita” y sólo después envíen las invitaciones y contraten a los payasitos que ladran.
Colorín colorado, este cuento ha terminado. Felizmente.
