bilaterals.org logo
bilaterals.org logo
   

Mercosur-Unión Europea: ¿por qué fracasó el acuerdo?

Por TV Pública | 9 de diciembre 2023

Mercosur-Unión Europea: ¿por qué fracasó el acuerdo?

No hubo consenso para aprobar el tratado de libre comercio entre los dos bloques tras la cumbre del Mercosur celebrada en Río de Janeiro. Brasil, España y Alemania lo impulsaron con fuerza, pero chocaron con la posición renuente de Francia y Argentina. Las negociaciones continúan, pero se duda que las diferencias puedan saldarse en 2024. La cuestión ambiental, en el centro.

El Tratado de libre comercio entre la Unión Europea y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y ahora, Bolivia) fue aplazado nuevamente tras la cumbre que se celebró en Río de Janeiro.

Durante más de dos décadas, estos bloques vienen negociando un acuerdo de libre comercio que involucra a 31 países, 720 millones de personas y aproximadamente el 20% de la economía mundial.

Dicho acuerdo comenzó a negociarse en 1999 y prevé, entre otras cosas, la exención o reducción de impuestos de importación de bienes y servicios producidos en ambos bloques.

Los vínculos comerciales entre ambos bloques ya son estrechos. De acuerdo con datos de la UE, sus inversiones en los países del Mercosur aumentaron de 130.000 millones de euros en el año 2000, a un total de 330.000 millones en 2020.

El presidente de Paraguay, Santiago Peña, que asume por turno la presidencia del Mercosur, culpa a la UE del fracaso de las negociaciones, argumentando que plantea exigencias que no se puede satisfacer, especialmente en el área del medioambiente.

Para el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, es un amargo revés político. Su objetivo era sellar el acuerdo durante la presidencia brasileña del Mercosur, es decir, hasta el 6 de diciembre. No obstante, no se da por vencido, e indicó que sería irracional no firmar el tratado, después de haber negociado más de 20 años.

“Soy brasileño y nunca me rindo”, dijo en una conferencia de prensa conjunta con el canciller alemán, Olaf Scholz.

Sin embargo, especialistas ponen en duda que se pueda arribar a un consenso y firma durante 2024.

Francia, un actor contrario al acuerdo

El 2 de diciembre, el presidente galo Emmanuel Macron dinamitó desde Dubai cualquier esperanza nutrida por Brasil sobre el acuerdo.

Durante la COP28,Macron dijo sin pelos en la lengua que consideraba el acuerdo “anticuado” e incoherente con las políticas ambientales brasileñas.

En práctica, el líder francés se opone al acuerdo porque considera injusto pedir a los agricultores e industrias de su país que hagan esfuerzos para reducir las emisiones de carbono, mientras se eliminan aranceles para importar productos que no aplican las mismas reglas. Francia no piensa aceptar la eliminación de impuestos para la entrada de productos de agricultores que no cumplen con esas metas en sus países.

Es un hecho que, a lo largo de las casi tres décadas de negociación, este país siempre se ha manifestado en contra del acuerdo. Esta vez Macron no ha dejado claro si vetará el acuerdo, lo que de facto impediría el tratado. Aun así, sus declaraciones fueron contundentes y dejaron entrever las verdaderas razones de su postura: su apoyo incondicional a los agricultores franceses, tradicionalmente beligerantes en la defensa de sus intereses, incluso de las supuestas amenazas representadas por los vecinos europeos.

La posición del gobierno argentino

El jefe de Estado indicó que “en este mundo convulsionado y conmocionado” el pacto del Mercosur con la Unión Europea “es un acuerdo, geopolíticamente hablando, imprescindible para no quedar atrapados en la bipolaridad de China y Estados Unidos”.

“Pero que sea imprescindible exige que nos sirva a todos, que es un pacto donde todos ganemos, porque si va a ganar uno y el resto va a perder, ese no es un buen pacto”, aclaró.

El fin de semana pasado,Fernández había afirmado que el tratado entre el Mercosur y la Unión Europa no se firmó porque “encontró resistencia dentro de Europa” y, si bien manifestó su intención de suscribir ese convenio, llamó a debatir primero “determinadas condiciones que permitan sostener y hacer crecer nuestras industrias”.

En ese sentido, el canciller Santiago Cafiero sostuvo que el acuerdo “no era balanceado” para las dos partes porque provocaba un impacto “negativo para la industria y en las exportaciones agropecuarias”.

Cafiero recordó que, en diciembre de 2019, la UE “empezó a llevar adelante directivas medioambientales hacia sus productores agropecuarios en el pacto verde europeo” y dijo que eso, sumado a disputas en esos países, “frenó la puesta en funcionamiento de este tratado de libre comercio ya firmado”.

“La Argentina siempre propuso durante nuestra gestión que el acuerdo se debía reabrir por el impacto negativo sobre exportaciones agropecuarias y la industria. Hubo una negativa de la UE. Lo trabajó la Argentina prácticamente en soledad porque había cambio de gobierno en Brasil y Paraguay, y Uruguay tiene una posición distinta”, repasó.

¿Futuro asiático?

Las puertas para su firma podrían cerrarse en enero, cuando Paraguay asuma el mandato del bloque. Su presidente, Santiago Peña, ya ha manifestado que después del plazo se centrará en otras regiones.

De hecho, el 6 de diciembre, un día antes de la cumbre, hubo reuniones de ministros de Relaciones Exteriores y Finanzas con el fin de alcanzar un acuerdo comercial con Singapur.

Sería el primero del Mercosur en 12 años y el primero con un país asiático.

Por otro lado, Uruguay está tanteando relaciones comerciales con China. De esta forma, ignora un compromiso de larga data de los Estados miembros del Mercosur de negociar solo en conjunto con países terceros.

El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, propuso en la cumbre una reunión del Mercosur con Pekín.


 source: TV Pública