La Asociación Económica Regional Integral (AERI, mejor conocida como RCEP por sus siglas en inglés) es un acuerdo que impactará significativamente la agricultura y es posible que profundice el daño a la soberanía alimentaria ya ocasionado por acuerdos comerciales anteriores, incluidos los de la OMC.
El RCEP amenazará los modos de vida y sustento en sectores como los lácteos, la carne y otros productos agrícolas al permitir importaciones libres de aranceles de productos subsidiados desde Japón, Nueva Zelanda y Australia. India, con 100 millones de pequeños productores de lácteos, y Vietnam, son de los países que más resultarán afectados.
Un capítulo sobre propiedad intelectual (PI) propuesto para el RCEP que se filtró, puja por que todos los Estados miembros del RCEP accedan al Convenio de la Unión Internacional de Protección de Obtenciones Vegetales (conocida como UPOV) en su versión de 1991. De entre los 16 países que están en el RCEP, sólo siete son miembros de UPOV —los otros nueve (incluidos Tailandia, India, Indonesia y Filipinas) deberán cambiar sus leyes. UPOV 91 brinda derechos monopólicos a los obtentores de plantas a costa de los derechos de los campesinos. Esto vuelve ilegal, incluso criminal, que los campesinos guarden semillas de las variedades protegidas. Los directores ejecutivos de las corporaciones calculan que, como resultado de UPOV 91, los precios de las semillas suban de entre 200 y 600% en Tailandia y del orden del 400% en Filipinas.
Las ventas y utilización de agroquímicos en la región de Asia Pacífico podrían dispararse también como resultado de la expansión del mercado de bienes, por las reglas de acceso a mercados del RCEP. Las previsiones de exclusividad de datos en el capítulo de PI podrían extender los periodos de protección de patentes de tales producto, poniéndole mayor presión a los precios de los alimentos.
Otra clara amenaza es el acaparamiento de tierras. Si se adopta, los capítulos el RCEP relativos a inversiones y servicios que se filtraron podrían exigir que ninguno de los miembros pueda discriminar a las corporaciones extranjeras que quieran comprar tierras de cultivo. En muchos países del RCEP, ahora no es posible con sus actuales leyes y podría entonces tener graves repercusiones para una reforma agraria en la región.