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“Los Tratados de Libre Comercio son una fábrica de pobres y desigualdad". Entrevista a José María Oviedo

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biodiversidadla.org

16 de octubre, 2023

“Los Tratados de Libre Comercio son una fábrica de pobres y desigualdad". Entrevista a José María Oviedo

por bilaterals.org

El 10 de septiembre de cada año, se conmemora el Día Internacional de Acción contra la Organización Mundial del Comercio (OMC) y los Tratados de Libre Comercio (TLC). Hace dos décadas, Lee Kyung Hae, un campesino de la pequeña agricultura de Corea, sacrificó su vida en protesta contra las devastadoras políticas de libre comercio de la OMC. Su legado perdura en el Día Internacional de Acción contra la OMC. Este año, la fecha cobró una relevancia especial. En un contexto en el que las políticas de libre comercio han impactado de manera significativa en las comunidades campesinas y agricultores de todo el mundo, La Vía Campesina (LVC) ha declarado que ha llegado el momento de tomar medidas contundentes.

En diálogo con José María Oviedo, de la Unión Nacional de Productores Agropecuarios (Vía Campesina Costa Rica), exploramos los impactos de los TLC y las demandas de La Vía Campesina en busca de un comercio agrícola más justo y sostenible. José nos cuenta que el 10 de septiembre es una fecha “para llamar la atención de lo que han significado los tratados de libre comercio para la mayoría de los países. Los TLC son una fábrica de pobres, han creado una gran desigualdad y pobreza”.

La Vía Campesina sostiene que después de tres décadas de existencia la OMC no ha cumplido ninguna de sus promesas, “la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha ilustrado al mundo sobre cómo el neoliberalismo, la privatización, la desregulación y una economía de libre mercado capitalista pueden marginar, explotar y desposeer a las comunidades más vulnerables del mundo, incluidxs lxs campesinxs, las poblaciones indígenas y lxs trabajadorxs rurales y urbanxs”. (Comunicado de Prensa de La Vía Campesina)

Las reglas de los acuerdos de libre comercio han sido una fuente constante de dificultades para los sectores campesinos, ya que resulta imposible competir con las exportaciones y subsidios masivos de los países del norte global. Según las palabras de Oviedo, representante de América Central, "como se negocian los tratados de libre comercio, no hay forma de que un productor campesino o una empresa de productores campesinos puedan exportar debido a las trabas que conllevan estos acuerdos. Esto afecta gravemente a las cooperativas y a todas las personas dedicadas a la agricultura".

"Lo que tenemos es una gran inundación de productos que vienen a competir con los productos nuestros en los mercados internos porque entran sin aranceles y además la legislación prácticamente establece que no se pueden parar estas importaciones de alimentos". Este fenómeno no solo afecta la viabilidad económica de quienes se dedican a la agricultura local, sino que también conduce a un masivo desplazamiento de familias en la producción agrícola, generando una cascada de impactos en las comunidades rurales.

La situación de las semillas y UPOV

La imposición de regulaciones como UPOV (Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales) en muchos acuerdos de libre comercio está teniendo un profundo impacto en la diversidad de semillas y en la agricultura tradicional. Iniciada en 1961 con seis países europeos como miembros fundadores, UPOV buscaba establecer un sistema similar a las patentes, pero aplicado a las plantas, con la idea de otorgar "certificados de obtentor" que protegieran las variedades vegetales desarrolladas en laboratorios. Estos certificados permiten alegar que una variedad vegetal está "protegida" y evitar que otros la utilicen sin pagar regalías.

En el contexto de los acuerdos de libre comercio, la imposición de adherir a UPOV representa una grave amenaza para la biodiversidad y la riqueza de las semillas agrícolas que han sido cultivadas durante milenios. José explica que aunque todavía existen semillas autóctonas y criollas en la región, la amenaza de la legislación restrictiva sobre semillas es constante. En países que han adherido a UPOV, “muchos agricultores han enfrentado denuncias y multas significativas, e incluso riesgo de prisión, por utilizar estas semillas de las variedades registradas por grandes corporaciones”. Las semillas nativas y criollas son una parte valiosa de la historia agrícola que ha sido transmitida de generación en generación durante miles de años. Estas semillas adaptadas a las condiciones locales y al cambio climático son fundamentales para la soberanía alimentaria y para dar respuesta a la crisis climática. “La felicidad de nosotros es compartir las semillas, esas semillas criollas. Sabemos que las grandes cadenas transnacionales lo que buscan es el negocio y generan mucho hambre a nivel global y un gran desperdicio también y van contribuyendo a la huella ecológica. Nosotros desde La Vía Campesina decimos desde hace muchos años que somos los únicos que podemos enfriar el planeta”.

Un nuevo marco comercial

Ante los 20 años de la trágica protesta de Lee, La Vía Campesina sostiene que ha llegado el momento de un cambio profundo en el comercio agrícola. La próxima 8va conferencia de La Vía Campesina en Colombia, programada para diciembre, representa una oportunidad fundamental para avanzar en la creación de un nuevo paradigma comercial. Oviedo nos dice que en La Vía Campesina “somos muy claros en decir, que la OMC no debe existir. Nadie se puede oponer al libre comercio, es el libre comercio del desarrollo de los pueblos y civilizaciones a través de la historia. Lo malo es la forma en que hoy día se ejecutan los tratados de libre comercio. Es simplemente un espacio para favorecer las transnacionales y de libre comercio, no tiene nada absolutamente nada”.

La propuesta de construir un nuevo marco no se limita a modificaciones superficiales o a una "reforma" ilusoria de la OMC, sino que aboga por una revisión integral y la construcción de un nuevo marco comercial global. Según LVC este marco debe priorizar la soberanía alimentaria de los países, la protección de la biodiversidad y los derechos de campesinos, trabajadores rurales y urbanos. Debe estar arraigado en valores de solidaridad, cooperación y justicia social, con la capacidad de desmantelar las estructuras económicas, políticas, sociales y el dominio cultural ejercido por ciertos países del Norte global. Es esencial que este nuevo enfoque sea antiimperialista, anticolonial, antipatriarcal y promotor de la justicia social y la igualdad de género. “Desde hace rato decimos que debe existir un comercio justo entre los países y donde no haya esa discriminación, esa desigualdad y sí es posible lograr eso”.

La Vía Campesina, fundada en 1993, es un movimiento internacional que reúne a millones de campesinxs* trabajadorxs sin tierra, indígenas, pastorxs, pescadorxs, trabajadorxs agrícolas migrantes, pequeñxs y medianxs agricultorxs, mujeres rurales y jóvenes campesinxs de todo el mundo. Construida sobre un sólido sentido de unidad y solidaridad, La Vía Campesina defiende la agricultura campesina por la Soberanía Alimentaria.

Para lograr la Soberanía Alimentaria, La Vía Campesina se moviliza y aboga por la reforma agraria en territorios campesinos y brinda capacitación en métodos de producción agroecológicos. Esta coalición global es también una plataforma para que sus miembrxs de todo el mundo se comuniquen y realicen acciones conjuntas de solidaridad, movilizaciones y campañas en defensa de la tierra, el agua, las semillas y los bosques.

Actualmente, La Vía Campesina comprende 182 organizaciones locales y nacionales en 81 países de África, Asia, Europa y América. En total, representa a unxs 200 millones de pequeñxs productorxs de alimentos.

Fuente: La Vía Campesina

Para más información:
Página de La Via Campesina: https://viacampesina.org/es/
Página de la Campaña Stop UPOV: https://www.facebook.com/groups/904253430508472/
https://www.bilaterals.org


 source: Bilaterals.org