bilaterals.org logo
bilaterals.org logo
   

Colombia : Se aplaza la VI ronda pero no la oposición al TLC con Corea

Colombia : Se aplaza la VI ronda pero no la oposición al TLC con Corea

Por Óscar Gutiérrez

Durante la semana del 26 al 30 de marzo, se realizaría la VI ronda de negociación del tratado de libre comercio que Colombia viene negociando con Corea. Sin embargo, fue cancelada y la noticia señala que se estudia la posibilidad de adelantar una ronda más pequeña, limitada al acceso a mercados. Las noticias también indican que este sábado 24 en Bogotá, empresarios, académicos y trabajadores agrupados en la coalición NO TLC con Corea, recorrerán importantes vías y repartirán propaganda sobre el daño que al empleo y la producción causaría un tratado con Corea.

oscar gutiérrezNo sabemos si la suspensión de la VI ronda está ligada a los foros y movilizaciones realizadas y a la decisión de importantes sectores de la industria nacional de oponerse a la firma de este tratado porque entrarían en una competencia hondamente desigual.

Aunque las economías de Colombia y Corea eran muy parecidas al final de la década de los 50 del siglo pasado, hoy Corea es la 14 economía del mundo -de acuerdo con su producto interno bruto -PIB- que es de US$ 1 billón 459millones a enero de 2011- y, Colombia ocupa el puesto 28 con un PIB que es menos de la tercera parte del coreano, tan sólo US$ 435 mil 400 millones. Y, aunque Corea y Colombia tienen casi la misma población, su territorio es tan solo de noventa y nueve mil kilómetros mientras que el de Colombia es de más de un millón cien mil.

Si comparamos los principales indicadores económicos de ambas naciones, desde 1960 hasta 2010 -50 años- y miramos sus principales políticas públicas, concluiremos fácilmente que la economía coreana, por decisión de sus gobernantes, se concentró en su mercado interno en una decisión política que tiene como soporte, la protección de sus conglomerados -Chaebol- a los que dio un fuerte apoyo político y financiero para que desarrollarán varios sectores industriales -siderurgia, industria ligera y naval, electrónica, energía y telecomunicaciones- y abastecieran, su mercado interno, como ya se dijo. Incluso, el gobierno coreano expropió, después de la guerra, negocios extranjeros para priorizar la fabricación y distribución en manos de sus nacionales. Además, esas decisiones se tomaron en medio de una contención muy fuerte a los reclamos de los movimientos sindicales y democráticos.

Esas dos medidas permitieron que Corea se convirtiera en una economía desarrollada que combina unos salarios relativamente bajos -comparados con los de EE.UU, Europa y Japón- y una tecnología avanzada que le permite jugar, en varios sectores, como uno de los grandes en el mercado mundial. Vende desde televisores hasta buques de gran calado.

Al comparar más de 50 indicadores económicos y sociales de ambos países, Colombia gana en todos los indicadores negativos, desempleo, deuda pública, pobreza y demás, y pierde en todos los positivos, desarrollo industrial, infraestructura, producción, ingreso per cápita, telecomunicaciones, educación, salud y bienestar de la población.

Y eso se explica porque en colombia se cimentó la suerte y el progreso de la nación en la inversión extranjera y en la entrega permanente de nuestro mercado interno. Muy poco fue lo que se hizo para desarrollar la industria nacional. Así los neoliberales sostengan lo contrario.

Hoy Colombia, lo que pone son pocos bienes industriales en el mercado externo. Si se realiza el Tratado de Libre Comercio -TLC- con Corea, podríamos perder lo que hemos avanzado en sectores claves de la industria como son ensamblaje de vehículos, la industria de autopartes ligada a la anterior, la metalmecánica, los electrodomésticos, el calzado y otros bienes, lo que implicaría la pérdida de más de 50 mil empleos en las industrias de automóviles, autopartes y electrodomésticos.

Ante las críticas de la coalición NO AL TLC CON COREA el gobierno de Santos ha dicho que en los TLC, hay perdedores y ganadores y que, si bien es cierto se perdería en algunos sectores industriales, se ganaría en el sector agropecuario. Y, eso se afirma porque Corea compra una parte importante de sus alimentos en el extranjero entre ellos carne y leche y sus derivados.

Perder en la industria empleos por pocos que sean, es grave. Así que el argumento es inaceptable. Pero si se mira el detalle de la supuesta ganancia en el sector agropecuario, la realidad es distinta. De los 418 mil millones de dólares que Corea importó en 2010, mil millones corresponden a importaciones de carne de res y leche y sus derivados y sus principales proveedores son Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.

O sea que tendríamos que competir con EE.UU, Australia y Nueva Zelanda. Y, hechas las cuentas, no somos competitivos. A esto debe agregarse que no todos los países pueden exportar alimentos a Corea. Las restricciones sanitarias y fitosanitarias, en el caso de Chile, así lo prueban. Según su ministerio de comercio exterior, “en los seis años transcurridos” -desde la firma del TLC con Corea- no han “podido enviar un solo kilo de carne o ciruelas” porque, “Chile aún no cuenta con la autorización sanitaria, fitosanitaria, requerida por dicho país para el ingreso de estas mercancías a su mercado”

El gobierno no podrá engañar a los industriales y a los agricultores. Estos en alianza con los trabajadores y demás sectores patriotas defenderán la producción y el empleo y echarán atrás el TLC con Corea. Es por eso por lo que luchamos en Manizales donde el golpe será muy grave. Pero, ese tema es objeto de otro artículo.


 source: EJE 21